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Tratamientos para Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónico.

 

Los tratamientos recomendados para paliar el impacto de los síntomas de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónico son:

  • Medicación.
  • Actividad física gradual adecuada.
  • Terapia psicológica.
  • Nutrición adecuada.
  • Terapia cognitivo conductual.
  • Técnicas de relajación.
  • Técnicas naturales para paliar el dolor.

 

  Medicación.

Existen tres medicamentos aprobados para el tratamiento de Fibromialgia: Pregabalina, duloxetina y milnalcipran.

Se pueden tratar los síntomas de los pacientes con Fibromialgia con analgésicos o dosis bajas de antidepresivos, tendientes a mejorar el sueño y aliviar el dolor.

Generalmente, los efectos varían en cada paciente. Siempre es aconsejable consultar a su médico de confianza y evitar automedicarse. Según un estudio las diferencias en los resultados de los tratamientos, pueden deberse a diferencias genéticas aún no establecidas. (1)

 

Actividad física.

Uno de los efectos de la Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica es que producen cambios momentáneos en su estado físico, alterando su frecuencia cardíaca, oxigenación, marcha, capacidad de aprensión, fuerza, tono muscular y flexibilidad. La disminución variable de la flexibilidad, fuerza, capacidad aeróbica y equilibrio emodinámico provocada por los síndromes en los pacientes, ocasiona un estado en su capacidad funcional semejante al de las personas entre 85 a 90 años.

Un aspecto importante para mejorar el manejo del dolor es realizar un programa regular de elongación y ejercicios suaves. Ayuda a mantener el tono muscular y la flexibilidad, reduciendo la rigidez.

No son recomendables los ejercicios de fuerza. La actividad física debe ser gradual y adaptada al estado en que se encuentre el paciente. Los ejercicios más efectivos y mejor tolerados son tai chi, eutonía, chi kung, acquagym, hidrosineciterapia, caminatas, bailes suaves, reeducación postural global.

Es preciso que sus profesionales de salud y prestadores no tengan en cuenta el concepto de ejercicios que practicaba el paciente cuando se encontraba saludable, reconociendo y adaptándose a la condición actual. Como sucede con las terapias y medicaciones, es importante conocer las dosis correctas de energía con que cuenta la persona, para practicar los ejercicios, evitando los excesos de modo de evitar sufrir el malestar post esfuerzo.

Valorar adecuadamente la condición física de los pacientes aporta valiosas informaciones para complementar los tratamientos, debiendo adaptarse la duración y actividad realizadas a la capacidad funcional, la energía y la respiración. La cantidad de ejercicios o actividades que puede practicar el paciente deben regularse de acuerdo a su variabilidad en la frecuencia cardíaca. Cuando el paciente siente que le falta el oxígeno y se advierten cambios en el umbral anaeróbico, es recomendable descansar para reiniciar la actividad una vez que se ha recuperado.

Los pacientes con un estado más severo podrían comenzar con elongaciones pasivas. Un fisioterapeuta o médico moverá las extremidades del paciente lentamente y con cuidado, para estirar suavemente los músculos y tratar de mejorar la flexibilidad. (2)

 

Nutrición.

La herencia genética, raza, sexo, determinadas condiciones fisiológicas, la polución medioambiental, la ingesta de alimentos elaborados con ingredientes refinados y aditivos químicos tóxicos, el estrés, las radiaciones, la actividad física excesiva o inadecuada, los problemas emocionales, la insatisfacción personal, y las enfermedades previas pueden incrementar las necesidades de nutrientes.  

Si no se satisfacen adecuadamente, el organismo se perjudica y podemos enfermarnos.

Un recurso sumamente saludable consiste en disminuir el consumo  de alimentos que pueden producir inflamación y aumentar los alimentos que la reducen.

La dieta alcalina beneficia favoreciendo pérdidas de peso, mejor digestión, incrementos de la energía, claridad mental, fortalecimiento del sistema inmunológico y sensación de bienestar generalizado.

Es recomendable evitar los conservantes, glutamatos, aspartamos, prestar atención al consumo de exceso de sal, las intolerancias alimenticias al gluten y lácteos. Los suplementos nutricionales recomendados son magnesio, coenzima Q10, vitaminas antioxidantes y minerales alcalinos y antioxidantes. Es importante que los suplementos nutricionales sean los adecuados y estén recetados por un nutricionista especializado en Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica.

 

Terapia cognitivo conductual.

Los resultados de investigaciones clínicas controladas dan fuerte apoyo a la eficacia de las terapias cognitivo-conductuales. La psicoterapia y la terapia cognitiva conductual son importantes para que los pacientes aprendan a manejar los síndromes, las emociones, el estrés, aceptar y adaptarse, aprender a manejar la condición y mejorar la calidad de vida.

Las reuniones coordinadas de grupos de pacientes son sumamente beneficiosas. Permiten la formación de redes, la socialización, la mutua contención, la implementación de herramientas, la educación que serena, orienta y enseña a administrar a los síndromes.

Es preciso que los pacientes aprendan a diferenciar las tareas más importantes, para delegar o posponer las que le quitan tiempo para permitirle descansar y recuperarse. Quienes descansen antes de realizar una tarea o la adapten a su nivel de energías, pueden lograr recuperarse en menor tiempo que quienes aún no saben aceptar y adaptar sus ocupaciones, agendas y ritmos.

Es necesario aprender a diferenciar las manifestaciones primarias del síndrome, de los efectos producidos por las dificultades que la enfermedad ocasiona al paciente: la ansiedad por la situación económica, la inestabilidad laboral, el entorno estresante, la exposición a toxinas y las contraindicaciones de los fármacos.

 

Técnicas de meditación, relajación, respiración y visualización.

Una de las características de las personas con Fibromialgia y Síndrome de fatiga crónica es el aumento del glutamato en el líquido cefalorraquídeo. El glutamato es el principal aminoácido neurotransmisor excitatorio, responsable del 75% de la transmisión excitatoria rápida en el encéfalo y responsable de la hiperactivación del sistema nervioso central.

Para beneficiar y estabilizar la hiperactivación del sistema nervioso central, son sumamente beneficiosas las técnicas de relajación, control mental, respiración, meditación, mindfulness y visualización. Estas técnicas promueven la relajación y oxigenación aliviando los trastornos de sueño, la depresión, la digestión, la resolución de contracturas dolorosas, la respiración, reforzando el sistema inmune y produciendo reconexiones neuronales que ayudan a disminuir el estrés.

El Dr. Herbert Benson de la Harvard Medical School descubrió que las personas que practican meditación, visualización, oración y ejercicios de respiración, pueden contrarrestar los efectos del estrés.

La respuesta a la relajación incluye la reducción de:

  • La presión sanguínea del revestimiento muscular del sistema circulatorio.
  • El ratio respiratorio
  • El ratio cardíaco
  • El consumo de oxígeno
  • El flujo de sangre a los músculos esqueléticos
  • La transpiración
  • La tensión muscular global.

El Dr. Richard Davidson de Wisconsin demostró que la meditación desplaza la actividad en el cortex prefrontal hacia el hemisferio izquierdo. Esto es importante ya que las personas negativas tienen una orientación prefrontal derecha y las que utilizan el prefrontal izquierdo son más entusiastas, más interesados, relajados y felices.

 

Técnicas naturales para aliviar el dolor

Existen varias técnicas para paliar el dolor que pueden aplicarse en los momentos de crisis:

  • Utilizar cremas que mejoran la relajación y estimulan la circulación
  • Recurrir a cambios de temperatura, fría o caliente de acuerdo al origen del dolor, neurológico o inflamatorio.
  • Seguir una dieta alcalinizante adecuada para evitar los procesos inflamatorios y abstenerse de alimentos por los que se hayan desarrollado intolerancias.
  • Los ejercicios de relajación, respiración, mindfulness y meditación permiten disminuir la hiperactividad del sistema nervioso central, beneficiando el sueño reparador, mejorando el autocontrol y disminuyendo la percepción de dolor.
  • Los pacientes obligados a permanecer en su casa también pueden tratar de hacer respiración diafragmática profunda provocando la reducción de la frecuencia cardíaca y trabajando los músculos del diafragma.
  • Realizar actividades físicas que estimulen la circulación, modifiquen la temperatura y disminuyan la rigidez y contracción muscular.
  • Autoadministrar masajes manuales o con un pequeño masajeador.

 

Tratamientos para Sensibilidad Química Múltiple.

Actualmente no existen tratamientos específicos, para mejorar la calidad de vida de las personas con Sensibilidad Química Múltiple. Se recomienda evitar la exposición a los productos desencadenantes y complementar con tratamientos basados en cambios en la dieta, gimnasia suave adecuada, y administración de suplementos nutricionales adecuados.

Para evitar la exposición es imprescindible registrar en la historia clínica lo que la persona afectada reconoce como primera exposición química:

  • la historia laboral y ocupacional
  • la historia medioambiental de su entorno laboral
  • su vivienda y lugares de ocio habituales
  • mejorar la ventilación de sus domicilios evitando ambientes húmedos y evitar la exposición a ambientes irritantes.

Para maximizar la rehabilitación y la integración psicosocial es recomendable la educación y el apoyo necesarios para alentar los cambios en el estilo de vida como reducir las exposiciones medioambientales, conocer qué factores pueden exacerbar los síntomas, evitar el estrés, las medicaciones inadecuadas, las
dietas pobres muy restrictivas y la falta de sueño.

Es importante realizar gimnasia adecuada, relajación y ejercicios de respiración. Como sucede con Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica, es preciso atender y mejorar las condiciones de los síntomas asociados como el dolor crónico, el síndrome de colon irritable, el asma y los trastornos tiroideos.

Asimismo es importante que los pacientes cuenten con apoyo psicológico, atención de profesionales de salud, trabajadores sociales y entorno social de las personas afectadas.

Algunos fármacos utilizados para el manejo de los síntomas son la bioquinona Q-10 o coenzima Q-10 de utilidad en los síntomas de fatiga, debilidad y cansancio y vitamina B1 por su posible efecto sobre el sistema simpático tónico, mejorando la activación parasimpática que pueden producir los agentes químicos. (3)

 

Referencias:

(1) Documento de Consenso Interdisciplinar para el Tratamiento de la Fibromialgia. 2010

(2) Encefaliomielitis Miálgica. Criterios de Consenso Internacional 2011.

(3) http://www.mi-estrella-de-mar.blogspot.com