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Causas

Causas

La Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónico se desarrollan debido a la interacción entre la genética de los pacientes y los factores ambientales a que se encuentran expuestos.

La conformación genética de cada persona, influye en las posibilidades de contraer los síndromes, su respuesta a los tratamientos y la efectividad. Para que se desarrolle la Fibromialgia, deben implicarse entre 5 a 10 genes.

Una alta proporción de personas con Fibromialgia presentan una mutación del gen Catecol-O-Metiltransferesa, ubicado en el cromosoma22. La función de este gen es la inactivación de la dopamina y las catecolaminas, responsables de transmitir el impulso nervioso entre las neuronas. Un exceso de esta sustancia en el cerebro, reduce los niveles de endorfina y genera dolor.

Estos genes en la presencia de un determinado aminoácido mutan en tres formas diferentes o alelos, caracterizándose por la combinación de dos letras, L y H .

  • COMTHH. Las personas con el alelo HH tienen menores posibilidades de contraer Fibromialgia.
  • COMTLL. El alelo LL es el de menor actividad, encontrándose la más baja en mujeres.

Este gen favorece la posibilidad de desarrollar la Fibromialgia y disminuir la efectividad de los tratamientos. El 80 al 90% de los pacientes en que aparece esta combinación genética tienen muy disminuidos los mecanismos de respuesta al dolor y mayor tendencia a padecer depresión, irritabilidad, ansiedad y tristeza, característicos en las personas con Fibromialgia. Por ejemplo, en España existen mayor cantidad de combinaciones de alelos que entre las personas en Méjico.

Para mejorar la efectividad, las medicinas deberían adaptarse a cada paciente según su mapa genético. Las estadísticas nos informan que:

  • El 35% de los pacientes no van a responder a tratamientos. (1)
  • El 65 % de los pacientes mejorarán el 40% de los síntomas en 6 o más meses.

Según un estudio epidemiológico realizado sobre el síndrome de fatiga crónica el perfil del paciente es muy homogéneo en cada país, pero diferente en cada nacionalidad.

Otro gen, el MEFV, asociado con el riesgo de síndrome de Fibromialgia está presente en el 15% de los pacientes.

Los padres de las personas con Fibromialgia se caracterizan por tener mayor prevalencia del síndrome y mayor sensibilidad que el resto de las personas ya que tienen un 28% más posibilidades de tener niños con Fibromialgia que las personas sanas. (2)

Integración del medio ambiente y la enfermedad

Cuando nos referimos a la trama de interacciones entre genes y ambiente, debemos contar los estímulos que pueden propiciar el inicio de los síntomas de Fibromialgia y síndrome de fatiga crónico.

Los embarazos en los que la madre sufre altos niveles de estrés o traumas pueden ocasionar una alteración en la glándula suprarrenal en el ser que se está gestando que favorecería el desarrollo posterior de la Fibromialgia.

Estudios en gemelos han demostrado la influencia del medio ambiente en la evolución de la salud. Los factores ambientales que pueden contribuir al inicio de la enfermedad o a la repetición de crisis son pérdidas afectivas, nutrición inadecuada, sedentarismo, exposición a productos químicos, accidentes, mobbing, ambientes domésticos, laborales y escolares tóxicos, estrés, maltratos recibidos de terceros o autoinfligidos como sobreexigencias y autopresiones constantes.

Referencias:

  1. http://www.telefonica.net/web2/acofifa/prensa/genifr.htm
  2. http://www.fibromyalgia-pierre-fabre.com/content/view/29/83/lang,fr
  3. http://www.institutferran.org/fibromialgia.htm